lunes, 12 de marzo de 2012

Las revoluciones burguesas. Eric J. Hobsbawn

         Si bien es posible decir que el ser humano desde tiempos inmemoriales ha ido evolucionando social, cultural  y tecnológicamente lo cierto es que ha habido momentos en la historia donde esos cambios  han dado un salto hacia adelante fundamental. Y sobre uno de estos momentazos, va este libro. Eric J. Hobsbawn nos cuenta en 300 y pico páginas los importantes cambios acaecidos en nuestra Europa (que hoy en día se tambalea una vez más) entre los años 1789 y 1848. El autor nos va a hablar de doble revolución, esto es, la Revolución Industrial que tiene su origen en Inglaterra y la político-social que  conocemos como Revolución Francesa.


La libertad guiando al pueblo. Delacroix

     En cuanto a la revolución industrial se analizan los factores que favorecieron su aparición como fueron el avance tecnológico, la inversión privada y capitalista en fabricas, el comercio a gran escala en el que adquiere un especial protagonismo el algodón, materia que debió de su poner en su tiempo toda una novedosa alternativa a la lana o el lino,  la existencia de unas colonias allende mares que sirvieron tanto como fuente de materias primas, por ejemplo el ya mencionado algodón, como de destino final de las las manufacturas realizadas con ellas en la metrópoli. También el uso a gran escala de fuentes de energía como el carbón y finalmente la abundancia de una mano de obra, proveniente mayormente de un mundo rural transformado en los últimos años, a los que les esperaba unos trabajos en la industria de largas jornada y pésimas condiciones.

            Por su parte la Revolución francesa supuso el primer gran ejemplo en el que  una serie de movimientos sociales iban a amenazar la supremacía de las clases más privilegiadas. Proceso que continuará a lo largo de todo el siglo XIX, en un bucle revolucionario donde las capas más bajas, el proletariado al fin y al cabo, intentarán poco a poco acercarse al poder, poniendo en aprietos a otras clases más acomodadas con las que en un primer momento colaboran para derribar a unas terceras todavía más ricas. Si, Hobsbawn es conocido por su admiración por los postulados de Marx y su interpretación de la historia dentro de lo que se conoce como materialismo histórico. Quizás uno de los problemas de este libro y de algunos otros de este autor es que  está cargado de opiniones, brillantes la mayoría no digo que no, pero quizás uno hecha en falta la narración pura y dura de acontecimientos históricos, que el autor por otra parte debe de dar por conocidos ya en el lector.

Aparte de la doble revolución que va a marcar este periodo, el autor, y eso está muy bien, da un interesante repaso en varios capitulos a otros aspectos menos de tipo pólitico como la vida cotidiana de las diferentes clases sociales o la ciencia y cultura de este tiempo.

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