miércoles, 20 de junio de 2012

Historia de Europa desde 1870. James Joll


James Joll
          En los últimos tiempos me ha dado por dar un repaso a la historia contemporánea de Europa. ¿Motivación? creo que simplemente se debe a mi interés por entender algo más de por qué el viejo continente se encuentra, aparentemente, en una encrucijada importante. Ahora que el dinero no abunda (¿quién decía que el dinero no daba la felicidad?), se habla mucho del destino de esa Europa unida, toda una novedad, que se había ido fraguando desde la década de los 50 con una iniciática y minúscula comunidad europea (ni siquiera se llamaba así). Si, me gusta la historia por muchas razones pero quizás la más importante es por lo que ofrece de perspectiva. Se ven mejor las cosas dejando un poco de espacio. Hagan la prueba, acerquen la cabeza a la pantalla, tocándola con la nariz. ¿Qué ven?, nada. Ahora denle 30 centímetros de espacio y voalá (¿se dice así?), aparecen una serie de símbolos que gracias a nuestros padres y profesores comprendemos muy bien enlazando unos con otros. Si no ve bien, vaya al oculista.

Asesinato del Archiduque Franz Ferdinand, Desencadenante de la Primera Guerra Mundial

              Pues si, creo que en los últimos 3 meses este es el quinto libraco de este tipo que me leo, de algunos ni siquiera he hecho la correspondiente crónica, tampoco tengo mucho tiempo. Y he de decir que esta Historia de Europa desde 1870 de James Joll es de lo mejorcito que he leído nunca. Bien escrito, y bien traducido se lee bien y sobre todo lo que más me ha gustado y en mi modestísima opinión y que le hace muy recomendable es que explica las cosas de forma muy clara, dejando la interpretación de los hechos, algo muy personal, al lector. No te dice lo que tienes que pensar. Además, insisto, me parece fácil de leer pese a que en muchas ocasiones los acontecimientos narrados sean algo enrevesados, se me viene a la cabeza, por ejemplo, toda la trama de tratados previos a la Primera Guerra Mundial con sus ya famosas y famosos alianzas, pactos y tratados secretos. Algo que por cierto hoy en día, donde tenemos un montón de instituciones supranacionales llenas de siglas, por ejemplo la ONU, nos resulta, o al menos a mi me resulta, bastante curioso.

       En comparación con los  libros de Hobsbawn que he releído recientemente y consecuentemente traídos a este blog, una de las diferencias  es que la narración de los hechos parece más aséptica intentando el autor narrarnos  los hechos sin meternos en, excesivas,  interpretaciones personales. Las de Hobsbawn, aún muy brillantes e inteligentes, me parecen por momentos y tras alguna reflexión personal,  y en algunos casos puntuales  discutibles por lo que para la persona  que busque simplemente información histórica para luego elaborar tu propio pensamiento lo veo este libro más recomendable.Y como suele ser norma en este tipo de libros me despido con un pequeño extracto que me llama la atención por lo que tiene de actual.

            Así hablando de las consecuencias de la depresión iniciada en el año 29 nos dice.

"En Julio de 1931 se produjo la desastrosa quiebra del banco Danat. A partir de 1930, los peligros objetivos resultaban obvios, y aún más omnipresente era la era la atmósfera de temor: para los trabajadores, el temor al desempleo; para la clase media, el temor a una nueva inflación y a al quiebra de la ley y el orden; para los jóvenes, el temor a un futuro que parecía no tener que ofrecer nada salvo fustración."

martes, 5 de junio de 2012

Mendízabal


             Mendizábal, titulo de la segunda entrega de la tercera serie de los Episodios Nacionales de Galdós,  es el nombre, mejor dicho apellido,  de uno de los políticos más conocidos de la historia de España. La razón de su celebridad tal vez de deba a que su famosa desamortización es uno de los episodios históricos más conocidos de todo el siglo XIX. Y es que parece que este asunto desamortizador ha sido estudiado desde hace mucho, si no en la tierna infancia, si en la impetuosa adolescencia/juventud de los estudiantes españoles. Al igual me sucedió a mí.

         Revisar una biografía del político gaditano y leer a Galdós resulta, a efectos de conocimiento del personaje, prácticamente lo mismo. Simplemente el escritor canario nos lo novela. Así tanto en uno como en otro lugar vamos a enterarnos de la ardua y aventurera vida de este personaje que fue, entre otras cosas,  proveedor del ejército nacional, exiliado en Inglaterra,  pieza clave en la política portuguesa de su tiempo  y uno de los políticos que mayor expectación suscitó. Curiosamente, también nos enteramos de esto, mudó su apellido pasando de un Méndez a un Mendizábal, tal vez por el carácter judío que pudiera tener el primero o tal vez buscando el prestigio que por aquella época debía de tener lo que sería una inicial emprendedora burguesía vasca.

El señor Mendízabal


           Para acercarnos a la vida y obra de Mendizábal, Galdós, como no, se va a servir de una grupo de personajes ficticios que parece nos van a acompañar en más entregas de la tercera serie de sus casi interminables (46) episodios.

          Como por ejemplo Fernando Calpena el nuevo héroe, que promete, por cierto,  ser un buen sucesor de pasados personajes como Gabriel (en la primera serie)  y Salvador Monsalud (en la segunda). Al igual que ellos es joven, y al igual que los jóvenes es impetuoso, y al igual que los impetuosos comete errores. Con su llegada a Madrid, (parada definitiva en la Calle de Alcalá y alojamiento en una pensión de la calle Caballero de Gracia) se inicia la novela. También es en estas primeras páginas donde nos vamos a encontrar con otro personaje fundamental, el cura Hillo, compañero de pensión primero y luego de todo tipo de aventuras político-sentimentales.

             La instalación de Calpena en Madrid, su oscuro pasado y más extraño presente le lleva a conocer y hacernos conocer otros ambientes de la capital. Como las covachuelas de la administración, impresionante la descripción de la vida funcionarial de hace 180 años, de la que sacamos en claro que parece que poco ha cambiado la cosa hoy en día. También resultan muy interesantes las referencias al  ambiente cultural del momento, con el romanticismo más que presente, u otros ambientes más comerciales como el del gremio de los joyeros representados por la pérfida Zahón.

            En definitiva un episodio más, no de los mejores, no de los peores, con, quizás, un exceso de folletín, pero eso si con momentos de una calidad e interés sublime.