lunes, 3 de septiembre de 2012

Luchana, Benito Pérez Galdós



             A pesar de llevar viviendo ya muchos años junto a la calle Luchana en Madrid nunca me había parado a pensar en el significado de este nombre. Y por supuesto no tenía ni idea de que que uno de los Episodios Nacionales llevaba su nombre, hasta claro está, que lo vi. Lo más curioso de todo es que después de haber acabado la lectura del librito e incluso de haberme dado una vuelta por la Wikipedia y otras fuentes cibernéticas tampoco puedo asegurar que Luchana sea un pueblo, un puente o una batalla. A lo mejor todo al mismo tiempo. Eso si, sé que hace referencia a la Guerra Carlista y que hablamos de Vizcaya y más concretamente de las cercanías de su urbe, su “iru”, Bilbao.

          Curiosamente y, al igual que sucedía en la entrega prevía, el título nos resulta algo engañoso. Pero si en el anterior caso, de Oñate a la Granja, pecaba de exagerar (nunca llegamos al Real sitio) en este caso más bien se nos queda corto. Por que además de Luchana (pueblo, puente o batalla o todo a la vez) vamos a conocer otras zonas de España y lo que pasaba por ellas, cosas fundamentalísimas para la historia de nuestro país.

         Así empezamos en el segoviano Real Sitio y bajo la impresionante mole de Peñalara Galdós nos cuenta con su habitual maestría la famosa Rebelión de los sargentos, un episodio de nuestra historia que tiene mucho de grotesco. Y es que un grupo de oficiales de baja graduación, fue capaz de poner en brete a sus superiores en el rango y a la corona (con su regente María Cristina al frente). No piden gran cosa, no se muestran especialmente agresivos pero han subvertido con su mini golpe de estado el orden militar y casi el del país. La verdad es que este acontecimiento me parece que está narrado pero que muy bien. Espectaculares las páginas en las que nos cuenta el momento en que la reina regente recibe a los portavoces de los sargentos.

Dejemos esto.

         Luego nos vamos a encontrar ya con nuestro gran protagonista Fernando Calpena. Teniendo noticias de su amada Aurora, entramos claro está ya en el inevitable terreno del folletín, se lanza a cruzar Castilla la Vieja para intentar llegarse a Bilbao. Pero la cosa no es fácil, la guerra está muy cerca y las comunicaciones un día están abiertas y al siguiente no.

Baldomero Espartero. Líder Cristino.

          Pero sin duda alguna lo mejor del episodio viene ahora. Aparece con las existencias de los miembros de la amplia familia Arratia. Un conglomerado de personajes de la misma sangre dedicados a la ferrería, a la construcción de barcos, a la pesca y al comercio. Hombres y mujeres de todos los tipos y colores que además mantienen entre sus filas a la amada de Calpena. A la dulcinea de los últimos episodios. Llamemoslá Aura o Aurora.
           
         Churi, Zoilo, Martín y el resto de  los Arratias que tienen su patria en Bilbao nos sirven   para contarnos la historia del sitio de la ciudad, el segundo que sufrió la capital vizcaína por parte de los carlistas que querían conseguirla a toda costa como símbolo y también para que sirviera para conseguir un empréstito, fundamental dinerete que todos estos conflictos necesitan.
         
        La trama de los Arratia es impresionante. Desde la descripción de la larga familia a los tejemanes que se traen con la madre práctica y los hijos y primo (sordomudo) enamorados locamente por la guapa adoptada. Titánica lucha por la mujer especialmente la que lleva a cabo Zoilo, auténtico macho alfa. Gran, gran Episodio.

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